Diferenciarse de los demás con una imagen propia implica también el aspecto que transmiten los locales y otros puntos de comunicación y venta. Por este motivo, en ocasiones las empresas requieren no solo la personalización de mobiliario estándar, sino diseños personalizados para el propio mobiliario por motivos funcionales, estéticos o por ambos, lo que contribuye a mostrar una imagen personal que apoye de forma coherente lo que transmite el resto de elementos de comunicación de la empresa o marca. Efectivamente, por ejemplo, no requiere tener las mismas cualidades un mueble para exponer joyería que debe ser protegida contra robos que otro para disponer revistas en un autoservicio o el de caja, que debe soportar el terminal del punto de venta, donde los clientes pueden pasar más tiempo realizando las gestiones y, al tiempo, puede tener un mostrador accesible para clientes en silla de ruedas.
Existen muebles, expositores y otros dispositivos construidos con materiales de menor duración que se diseñan para usos temporales, para promocionar un nuevo producto o realizar una campaña ocasional. Se les conoce como PLV (publicidad en el lugar de venta), y su finalidad es incitar a los clientes a adquirir los productos que anuncia o expone. Éstos suelen tener colores y formas más llamativos que los habituales permanentes.
El diseño de estands para ferias sigue también estos principios. En ellos hay que aunar una serie de condiciones extra, como su capacidad de ser montados y desmontados con facilidad y rapidez y también la de que sean fácilmente transportables desde las instalaciones del fabricante hasta el lugar de su instalación. Con más razón si su instalación se hará sucesivamente en distintas ubicaciones.