La rotulación no deja de ser una forma de comunicación que tanto identifica como publicita a una empresa u organización de cara a sus clientes, por lo que es imprescindible en locales, vehículos y todo tipo de propiedades. Dependiendo de su ubicación y las características que afectan a dicha ubicación, los rótulos requieren tener unas cualidades específicas tanto formales como técnicas, ateniéndose incluso a normativas reguladas, especialmente cuando conllevan mecanismos y suministro eléctrico.

La señalética es un tipo de rotulación con una finalidad aún más concreta: indicar ubicaciones, direcciones y avisos importantes. Encontramos elementos con esta finalidad en las vías públicas para regular el tráfico de vehículos y peatones, en los edificios públicos y los centros comerciales para dirigir a los clientes, en aeropuertos y estaciones de tren, etc. La señalética también tiene que cumplir una serie de normas en cuanto a color, forma, tamaño, materiales y tipografías que aseguren una correcta legibilidad y una mínima seguridad. En este sentido, es particularmente reseñable la normativa en pro de la accesibilidad para personas con ciertas deficiencias o discapacidades sensoriales, como la ceguera y otras afecciones visuales, que requieren de textos y pictogramas con relieves, materiales y formas no dañinas, y texto en sistema braille.