¿No sabes qué nombre poner a tu nueva marca, producto o negocio?
Sin duda, el nombre es lo primero que usamos para identificar, conceptualizar y catalogar mentalmente las cosas. Esto también se aplica a las empresas, marcas, productos y servicios, y por este motivo es de vital importancia que su denominación sea inequívoca y, al mismo tiempo, fácil de recordar.
El nombre de una empresa, marca o producto es mucho más que una palabra, así que su asignación debe estudiarse de forma concienzuda.Al nombre se le suman después el conjunto de conceptos y emociones que le asociamos derivados de nuestra experiencia. Si hablamos de una empresa, una marca o un servicio, éstos son su logotipo, sus colores corporativos, el estilo de su publicidad, el trato del personal que nos atiende, la calidad y cualidades de sus productos, etc.; y también las sensaciones que hemos tenido con ella como clientes o colaboradores. Si hablamos de un producto, tenemos sus colores propios, sus cualidades físicas, su utilidad y las sensaciones que hemos tenido como usuarios. No obstante, nuestro concepto en conjunto tanto de una empresa como de una marca se ve influenciado y a veces mezclado con el concepto de sus productos y/o servicios y viceversa.
Al trabajo de nombrarlos se lo conoce con su denominación inglesa, “naming” (nombrar o denominar).